La CGT asegura que su participación en la caravana será «testimonial» y consideran que «no hay clima para un paro general»: qué hará el resto de los gremios.
La CGT mantendrá hoy una reunión clave con las autoridades del Partido Justicialista, donde terminará de definir su postura frente a la movilización que acompañará a Cristina Fernández de Kirchner este miércoles, cuando se presente en los tribunales de Comodoro Py para cumplir su condena. Pese a las presiones de los sectores más cercanos al kirchnerismo, la central obrera ya anticipó que no convocará a un paro general y que su participación en la caravana será «testimonial».
La delegación cegetista estará encabezada por sus tres cotitulares: Héctor Daer (Sanidad), Octavio Argüello (Camioneros) y Carlos Acuña (estaciones de servicio). También asistirán dirigentes sindicales con fuerte alineamiento al kirchnerismo, como Abel Furlán (UOM), Ricardo Pignanelli (SMATA), Víctor Santa María (encargados de edificios), Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y Norberto Di Próspero (legislativos).
Antes del encuentro con el PJ, los líderes de la CGT se reunirán a las 13 en la sede de la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), donde terminarán de consensuar la postura que llevarán al peronismo. La definición hasta ahora es clara: acompañar la movilización, pero sin parar el país. Cada gremio tendrá libertad de acción para decidir si adhiere y en qué modalidad.
Grietas internas y reacciones sindicales
Hasta el momento, solo dos gremios ajenos a la CGT confirmaron medidas de fuerza: la Seccional Capital de ATE, conducida por Daniel Catalano, y el SITRAJU, que lidera Vanesa Siley. También anunciaron paro la CTA Autónoma, de Hugo «Cachorro» Godoy, y la CTA de los Trabajadores, encabezada por Hugo Yasky, ambos presentes la semana pasada en el Consejo Nacional del PJ.
En cambio, sindicatos importantes del ámbito industrial y afines al kirchnerismo, como la UOM, comunicaron que no harán paro. La conducción que preside Furlán se limitó a convocar a sus afiliados a concentrarse el miércoles a las 9 en avenida Belgrano y Paseo Colón, “en apoyo a Cristina”.
Lo mismo ocurre con SMATA, que publicó en redes la convocatoria sin anunciar una huelga, y con La Bancaria, cuyo líder Sergio Palazzo difundió el flyer oficial de la caravana sin explicitar medidas gremiales. Los gremios del transporte, por su parte, no interrumpirán servicios para facilitar la llegada y desconcentración de los manifestantes.
La falta de un paro general generó malestar entre los sectores más duros del kirchnerismo, que aspiraban a replicar una movilización masiva al estilo del 17 de octubre. Pero desde la CGT insistieron: “No hay clima para un paro general”, y reafirmaron que “no somos un local partidario”, en palabras de Octavio Argüello.
Pablo Moyano, la excepción
En este contexto de ambigüedad sindical, Pablo Moyano volvió a diferenciarse. El viernes por la noche visitó a Cristina Kirchner en su departamento de Constitución, y fue el único dirigente de peso en mostrarse públicamente con ella tras la condena. La reunión fue organizada por Palazzo y difundida por la cuenta oficial de Infocamioneros, que publicó una foto del encuentro con el mensaje: “Prescripción, represión y un golpe a la democracia es lo que vive nuestro país”.
Moyano, quien hace siete meses renunció al triunvirato cegetista, profundiza así su distanciamiento del resto de la conducción y de su propio padre, Hugo Moyano, que hasta ahora no se pronunció sobre la situación judicial de la ex presidenta.
La CGT, por ahora, opta por un respaldo simbólico, mientras mantiene su estrategia de autonomía respecto del kirchnerismo duro. Esta tarde, en su cumbre con el PJ, se definirá cuán visible será ese acompañamiento en la calle.
